La calidad, la originalidad, el detallismo y el perfeccionismo que alcanzan los trabajos que se exponen al público son muestra del alto nivel que tiene el belenismo en la localidad. Además, si en un tiempo la tradición de montar un nacimiento fue algo cada vez más en desuso, en los últimos años esta costumbre se ha ido recuperando y ha vuelto incluso a adentrarse en los hogares isleños, donde el belén forma parte de un elemento central de las fiestas navideñas y un exorno –aunque las connotaciones del montaje van más allá, claro está– que no puede faltar en estas fechas.

Así al menos lo han entendido los miembros de la más representativa asociación de belenistas de San Fernando, El Redentor, que este año –durante las vísperas navideñas– pusieron en marcha una campaña en la ciudad –con cartel y todo– para fomentar el montaje de nacimientos en los hogares de los isleños.

Pero el belén también está en la calle y continúa siendo un elemento más que imprescindible –casi tanto como las compras navideñas– de las fiestas que se celebran en estos días.

La costumbre de visitar estos nacimientos y de recrearse con su detallismo y minuciosidad sigue siendo para los isleños una tradición a cumplir en estas semanas. De hecho, casi medio centenar de nacimientos se han presentado este año a la 19 edición del concurso que convoca la Fundación Municipal de Cultura con la colaboración de la asociación de belenistas El Redentor, un certamen que se falló la pasada semana en sus distintas modalidades y cuyos premios serán entregados próximamente.

Los belenes se encuentran repartidos por toda la ciudad, como se detalla en el cuadro anexo. Los más destacados, según el jurado del certamen, han sido en esta ocasión los instalados por la parroquia del Santo Cristo y las hermandades de la Soledad y de los Desamparados, que han recibido –respectivamente– el primer, segundo y tercer premio en la modalidad que este concurso reserva a las entidades y colectivos.

Pero la tradición llega hasta los escaparates de los establecimientos comerciales. Buena muestra de ello es la farmacia Quirós, situada en plena calle Real, que cada año ambienta las fiestas con un nacimiento y que, en esta ocasión, se ha llevado el primer premio de esta modalidad. Le siguen en calidad y originalidad los trabajos de la conocida ferreteria Piorsa y el videoclub La Gramola, en la calle Murillo.

Otro colectivo que más recientemente se ha sumado a esta afición han sido las asociaciones de vecinos, que hasta han llegado a convocar su propio concurso. Los nacimientos instalados por los colectivos vecinales de San José, Rafael Barceló y San Quintín han sido –por otro lado– los premiados por la Fundación de Cultura.

Y los particulares –aquellos belenistas que exhiben en sus casas sus propios trabajos– que han sido galardonados esta vez son Ildefonso Cereceda, José Manuel Coto y Juan Jardines Nodal. Ha habido también en esta ocasión dos premios especiales: uno, al mejor nacimiento clásico familiar, que ha ido a parar a María Isabel Portillo; y otro a los mejores efectos de agua, que se ha llevado la orden de los Servitas.